Nuestra Historia
Desde 1998, un grupo de familias argentinas nos unimos en la búsqueda de consuelo y esperanza tras la pérdida física de nuestros seres amados.
Inspirados por el testimonio del matrimonio francés Yvon y Maryvonne Dray —quienes lograron comunicarse con su hija Karine a través de la Transcomunicación Instrumental (TCI)— encontramos en sus palabras un mensaje de amor y fe que transformó nuestras vidas.
Aquella primera reunión en Buenos Aires dio origen a un lazo profundo.
Desde entonces, comenzamos a practicar la TCI, compartiendo experiencias y descubriendo que la vida continúa más allá de la materia.
Así nació nuestro grupo, “Viaje Infinito hacia la Luz”, con el propósito de acompañar, contener y difundir este conocimiento a todos quienes buscan reencontrarse espiritualmente con sus seres queridos.
Nuestra Misión
Nuestra misión es ofrecer apoyo y esperanza a quienes atraviesan el dolor de la pérdida.
Sabemos que la vida no termina con la muerte física:
la conexión con nuestros seres de luz continúa en otra dimensión.
Saber más sobre nuestros objetivos
Practicamos la TCI con amor, fe y esperanza, pilares que nos permiten
mantener el vínculo con ellos, superar la angustia y comprender el verdadero sentido de la eternidad.
Creemos que cada evidencia, cada mensaje recibido, es una invitación a vivir con mayor conciencia, paz y gratitud.
Nuestro Presente
A lo largo de estos años hemos participado en congresos, conferencias y encuentros tanto en Argentina como en el exterior, compartiendo experiencias con transcomunicadores de distintos países.
También realizamos reuniones mensuales abiertas por Zoom, donde acompañamos a familias y personas que desean conocer o profundizar la práctica de la TCI.
Hoy, Vida Después de la Vida es una comunidad solidaria y amorosa que reúne a personas de todo el país y del mundo, unidas por el mismo propósito:
confirmar, mediante la práctica personal, la existencia de la vida después de la vida.
Nuestro compromiso sigue siendo el mismo desde el primer día:
brindar apoyo, compartir experiencias, difundir la verdad espiritual que nos une y mantener viva la certeza de que el amor trasciende toda frontera.
