Nuestra Historia


A mediados de 1998 un grupo de familias, en la inagotable búsqueda de aliviar nuestro inmenso dolor ante la perdida física de nuestros seres amados, fuimos atraídos por la difusión televisiva de la presencia en Argentina de un matrimonio de origen Francés y residencia en México que había logrado contactarse con su hija desaparecida físicamente en un accidente automovilístico.

La calidez y pasión que surgían de las expresiones del matrimonio Yvon y Maryvonne Dray cuando narraban las experiencias vividas con su hija Karine, mostraban que sus palabras surgían del inmenso amor que sentían.

A partir de ese momento y a pesar de no existir conocimiento entre nuestras familias, nació de inmediato un vínculo, ya que la decisión de solicitar una entrevista al matrimonio Dray fue simultánea.

Fue así que los Dray concedieron dos horas de una cálida, amena y amorosa conversación en un hotel céntrico a este grupo de ansiosas y angustiadas familias.

El único interés demostrado por esta afectuosa pareja fue la voluntad de transmitir sus experiencias y ayudarnos en nuestro dolor.

A partir de este momento nuestra visión de la desafortunada e injusta situación que estábamos viviendo cobro una luz de esperanza.

Intentamos cada uno en su momento comenzar con la práctica de la TCI, así ese vínculo establecido durante la primer reunión comenzaba a fortalecerse transformándose en un constante compartir de experiencias que alimentaba diariamente nuestra confianza y devolvía poco a poco nuestra esperanza.

Saber que nuestros seres amados formaban parte de otra dimensión y de la posibilidad de comunicarse con ellos sin recurrir a la mediumnidad y con técnicas personales sencillas que comprendimos a través de innumerable bibliografía y la propia enseñanza de los Dray nos colmo de emociones e inquietudes.

Es así que tal como habían hecho Yvon y Maryvonne con nosotros, decidimos difundir esta técnica como una forma de ayudar a quienes estaban atravesando circunstancias parecidas a las nuestras.

Distintos eventos, reuniones, búsqueda de bibliografía, asistencia a congresos, nos dieron la oportunidad de conocer nuevas familias que se acercaron y fueron capaces de obtener sus propias evidencias.

Así nos vimos alentados a conformar este grupo de TCI de Argentina denominado "Viaje Infinito Hacia La Luz” cuyo nombre surge de mensajes enviados por nuestros Amados Seres de Luz mediante el uso de las técnicas.

Hoy este grupo esta abierto a todas las personas que sientan la necesidad de compartir y ser acompañados en esos angustiosos momentos que piensan no poder superar o que tal vez todo esta perdido ante la desaparición física de un ser amado.

Nuestra Misión

Cada uno de nosotros ha sido sometido a distintas pruebas a lo largo de nuestras vidas y quienes la amamos hemos intentado sobreponernos a las circunstancias más difíciles de modo de no afectar nuestro instinto de supervivencia, no abandonar la misión para la cual hemos sido elegidos y ayudar a nuestros seres cercanos solidarios a atravesar de la misma manera estos momentos.

La desaparición física de nuestros seres queridos ha impactado muy fuerte en nuestros sentidos y sentimientos de manera tal que en los primeros momentos nos abstraemos, tratamos de eludir la realidad, nos culpamos y culpamos a todo lo que nos rodea.
El mundo parece estar contra nosotros y no hallamos el consuelo que nos permita encontrarnos con nosotros mismos en la paz que merecemos.

La mayoría de los integrantes del grupo “Viaje Infinito Hacia La Luz” hemos vivido estas experiencias de forma muy parecida y de alguna manera transitamos juntos el camino que hoy nos da la oportunidad de encontrarnos con nuestros Amados Seres de Luz y comprender la verdadera dimensión de la eternidad.

En la búsqueda de este camino hemos intentado innumerables recorridos pero la meta siempre parecía inalcanzable.

Afortunadamente aprendimos que cuando el amor existe la desesperanza se desvanece y a partir de ese mismo momento comenzamos una vida nueva y distinta que nos permite creer que nuestra existencia vuelve a tener sentido, pero esta vez junto a nuestros seres amados que creíamos desaparecidos para siempre.

Esta inagotable búsqueda nos llevó a encontrarnos con quienes hoy ya son parte de nuestra gran familia y quienes nos ayudaron a aceptar la existencia de la vida después de la vida con evidencias tan claras ante una realidad imposible de cuestionar.

El matrimonio Yvon y Maryvonne Dray nos alentó a través de sus propias vivencias mediante las prácticas de TCI a intentar transitar este camino solo con tres provisiones “Amor, Fe y Esperanza”

Y lo logramos, logramos estar mas junto a nuestros seres amados que ya están en la dimensión real de la eternidad desde la cual nos envían recíprocamente la paz interior que tanto buscábamos.

Hoy tal vez extrañemos su presencia física en ciertos momentos, pero el conocimiento de sus existencias en distintos planos, demostrada por las evidencias de sus mensajes, nos permite continuar nuestro trayecto de la vida terrenal sin que la angustia nos derrumbe ni nos quite la esperanza.

A partir de su formación la misión más importante del grupo ”Viaje Infinito Hacia La Luz”, que es definitivamente donde ellos están y hacia donde nosotros iremos, será la de difundir nuestra verdad sobre la existencia de la vida después de la vida.

Nuestro Presente

Desde nuestra formación, hemos participado de varios congresos y conferencias a nivel local e internacional, compartiendo experiencias con importantes transcomunicadores alrededor del mundo

y hemos asistido a cada uno de los encuentros mensuales anunciados en este sitio, con el único objetivo de ayudarnos y ayudar a quienes lo requieres a fortaleces vínculos con los amados invisibles

Hoy creemos que el camino elegido ayudó a transformar nuestras vidas y la de muchos miles de personas que nos han acompañado y nos acompañan sin ninguna distinción social, religiosa, económica ni ningún tipo de discriminación que pueda existir, comprendiendo y comprobando definitivamente la realidad de la existencia de vida mas allá de la vida, que es eterna y se manifiesta en distintos planos de energía.

Quienes practicamos y difundimos la técnica de TCI en Argentina, no somos científicos ni investigadores, pero aceptamos y respetamos a quienes contribuyen desde la ciencia y la investigación a reconocer que la TCI no es solo un medio para afrontar el dolor ante la pérdida, sino que nos permite además a comprender la verdadera dimensión de la eternidad y lograr un continuo crecimiento espiritual.

No es posible ignorar que la última década, a pesar de hechos y situaciones violentas alrededor del mundo, ha sido un periodo de crecimiento espiritual inesperado para muchos, protagonistas de un mundo complejo por búsqueda de crecimiento material.
Esta búsqueda y realidad de crecimiento espiritual sin duda ha dado origen a importantes descubrimientos científicos y tecnológicos; la medicina molecular, la física quántica, la nanotecnología, entre otras, han sacado a la luz fenómenos extraordinarios transformando en condiciones normales, hechos que hasta hace menos de medio siglo eran ignorados y/o rechazados como parte de la condición humana y la trascendencia de la vida.

La TCI ha sido sin duda unos de los descubrimientos mas maravillosos desarrollados desde mediados del siglo pasados, abriendo un sin numero de posibilidades para la investigación de los fenómenos “paranormales”.

Cualquier persona sin ninguna capacidad especial, la puede practicar de manera personal e individual.
Recomendamos enérgicamente hacerlo con el único propósito de saber que nuestros seres de luz siempre están, no nos abandonan ni nosotros a ellos.



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