Testimonio de Roberto

Mi Testimonio

En el año 2012, en la búsqueda desesperada del consuelo que nos ayude a continuar la vida, luego de la partida de nuestro hijo Federico ocurrida en un accidente, su mamá Clara concurrió a un grupo de ayuda a padres en duelo.

En uno de los primeros talleres Clara conoció a Silvia quien le contó el motivo de su concurrencia

El hijo de Silvia llamado Federico, había partido en un accidente, su familia estaba compuesta tal cual la nuestra y estaba en la búsqueda del mismo consuelo. No podría ser casualidad. De inmediato se estableció una conexión natural entre ambas.

Silvia nos comento sobre la existencia de un grupo denominado TCI, reuniéndose los primeros sábados de cada mes, sin más detalles.

En la misma búsqueda, concurrimos el primer sábado de Junio de 2012 a la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Belgrano. Allí conocimos varias personas en situación de duelo, que se referían de una manera distinta a hablar de la muerte. Nos contaron sus experiencias, pero quienes habían atravesado situaciones parecidas a la nuestra, habían logrado comunicarse con sus hijos a través de la técnica de transcomunicación instrumental, a partir de lo cual habían experimentado importantes cambios en sus vidas, comprendiendo la realidad de la existencia de vida después de la vida.

Desde entonces no he dejado de concurrir a cada reunión, trato de difundir mis experiencias y la misión de este grupo de amigos. Conocí muchas personas narrando sus experiencias de vida y los cambios logrados. No creo en las casualidades, Siento que los Federicos reunieron a nuestras familias y lograron una mejor calidad de vida para todos especialmente para Clara y Silvia mamás que pudieron enfrentar el duelo de una manera distinta y con esperanza.

* Roberto Alves