Testimonio de Ines


* Luigi con Manuel, mi sobrino de 5 años

 

Hola. Yo soy Inés y quiero contarles lo que TCI me hizo conocer.

Mi hermano Luis partió el 28 de enero de este año. Fue en un accidente en la ruta; por eso, a veces, digo (un poco por ironía y otro poco por autoconvicción) que Luigi partió en auto, sólo que olvidó decirnos cuál era el lugar de destino.

A mediados del año pasado, mi marido había conocido TCI por “casualidad”. Él trabajaba en ese entonces organizando conferencias. Recuerdo que una noche llegó a casa y me contó que había conocido a unas personas que se comunicaban con sus seres queridos, que habían pasado a otro plano de existencia, y yo me reí sin darle la importancia que tenía.

Luego de lo ocurrido con mi hermano, que “casualmente” fue meses más tarde de este episodio con mi marido, recordé lo que me había contado y le pedí que me consiguiera información. A los pocos días estaba presenciando una de las reuniones mensuales de TCI y conociendo gente maravillosa.

Con la técnica de TCI, aprendí que Luis me sigue cuidando como todo hermano mayor y que nunca va a dejar de hacerlo. La primera vez que transcomuniqué fue en el día en que él hubiese cumplido 31 años. Le pregunté con quién estaba festejando su cumpleaños, suponiendo que me respondería “con papá” (quien partió hace más de 25 años), y me sorprendí mucho cuando me respondió “con vos”. Hasta entonces, tenía algunas dudas sobre la veracidad de las respuestas. Pero ese día todas las dudas que me quedaban se disiparon totalmente. Fue la primera vez que lloraba de emoción desde que él partiera.

Hoy, meses más tarde, he obtenido cantidad de respuestas y señales en las que me dice cosas hermosas, sin dar lugar a dudas de que estoy hablando con él.

Practicando la técnica de TCI, tanto mi mamá como yo logramos que nuestro duelo sea más llevadero. También podemos compartir esas señales, que cada tanto ellos nos envían, con mucha gente que tiene experiencias parecidas.

Gracias a que nos podemos comunicar con Luis, sabemos que además de tenerlo siempre en nuestro corazón, lo seguimos teniendo en casa y él es feliz de poder acompañarnos.

“La muerte es sólo una excusa que tiene la vida para seguir viviendo” Daisaku Ikeda

* Inés


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